Papel Mojado
Ni fui, ni quise ser, lo que pasó, pasó, sabes que estoy, y yo, que me voy, sabes quién eres, y yo, quién no. Por tercera vez, veremos al deseo desde lejos, sabes que el tiempo no puede medir el sentimiento, sé que la distancia puede con cualquier lanza, sabes que el comienzo jamás es revelado en silencio. Sé que perdí, sabes que intenté, sabes que los dos no veremos nuevamente el sol, sé que al volar nos podemos caer, sabes que no hay caída, que no lastime lo que pudimos tener. Sé que alguien me recomendó no mirar atrás, sabes que el recuerdo solo puede lastimar, sé que la paciencia se alimenta de ansiedad, sabes que estos cuerpos no se volverán a rozar. Y aunque el tiempo nos vuelva a regalar algún momento para compartir los espacios, los lumínicos abrazos que antes nos fundieron, sufrirán por la ausencia de sí mismos y pedirán a gritos volver a nacer dentro de nuestros pasados; y aunque aquellas hormigas que caminaron en nuestros estómagos quieran abandonar su hormiguero, serán absorbidas por las palabras que apagaron al futuro de estos enamorados. Aunque los corazones palpiten como cuando nos asustamos, no haremos caso al grito de regreso que nos lanzan nuestras almas atraídas por aquellas paredes. Mientras, mirándonos a los ojos como nunca nos miramos, entendemos en silencio que el final de la aventura tuvo tanto que ver con la lástima que hasta los de afuera resultaron lastimados. Ayer era fácil mimetizarse en los circos, hoy la sonrisa es ausente, aunque nos invadan los espacios con globos y payasos. Sabes que lo que se escribió, aún se lee los sábados, sé que nada fue escrito sobre piedra, si no que, al contrario, lo hicimos sobre papel mojado.
- Escrito en enero de 2018